El 27 de abril fuimos testigos de la inauguración de
los Juegos Olímpicos de verano en la ciudad de Londres, mucho se ha hablado de
este magno evento y sobre algunas polémicas alrededor de estas más de dos horas
de fuegos artificiales, personalidades musicales, del deporte, el cine y por
supuesto la realeza.
Algo que en verdad me llamó la atención y admito que
me molestó, fueron los comentarios realizados por miembros de la prensa
deportiva mexicana en cuanto a quien fue seleccionado para encender el pebetero
de Londres 2012.
La verdad es que si en algún momento viste el video
que el comité organizador lanzó para presentar a las simpáticas mascotas Wenlock
y Mandeville y leíste entre líneas te pudiste dar cuenta de por
donde va la ideología de este año olímpico.
A decir verdad, toda la idea de la inauguración me parece brillante y muy bien lograda, pero iniciemos por este video. Un británico londinense se retira después de trabajar en la metalurgia y su último trabajo está relacionado con la construcción del Estadio Olímpico; en su casa le esperan su esposa y sus nietos (un tanto choteado, pero lindo).
Terminado el festejo casero y sin poder dormir crea
en su sótano unas figuras de acero, las cuales se convertirán en nuestras
mascotas de Londres 2012, las cuales por cierto adoptarán los nombres de la
ciudad donde se llevaron acabo los primeros juegos olímpicos modernos, Wenlock
y la ciudad de los primeros juegos paralímpicos, Mandeville.
Toda la temática de este año gira alrededor de “pasar
la estafeta” a las nuevas generaciones, brindar oportunidades y no solo en el
deporte, sino en la generalidad. Todo proceso de evolución y adaptación, a nivel social, político, económico, humano, deportivo, todo se encuentra
englobado aquí.
A mi parecer, ver el
tránsito histórico y cultural, no solo de un país, sino del mundo occidental
fue la manera ideal de iniciar esta fiesta internacional, sobretodo por los
momentos históricos en los que nos estamos desenvolviendo.
Crisis económicas,
políticas y sociales, el país anfitrión está en medio de una de sus mayores
crisis, son los primeros juegos en los que todas las delegaciones participantes
cuentan con la presencia femenina, un arquero coreano virtualmente ciego
compitiendo en las finales de su disciplina, México cerca de estar de una final
de gimnasia varonil, un gimnasta búlgaro, Jordan Jovchev, de 39 participando codo a codo con jóvenes de 20 años
solo; por mencionar algunos hechos ocurridos en estos dos tres días de
actividad olímpica.
Los jóvenes son el sinónimo de lo que viene, dado que
siempre se espera sea para bien todo lo que las nuevas generaciones están por
emprender, ya era justo permitir a las promesas del deporte formar parte de
este evento más allá de acompañar a las delegaciones. Que fueran niños y
jóvenes de diferentes edades quienes dieron el último recorrido al fuego
ateniense, y en cierta forma fueron validados por importantes figuras del
deporte inglés para proceder al pebetero, el cual es una excelente metáfora de
la unidad de las naciones.
Muchas cosas están ocurriendo en un lapso tan corto
de tiempo, y las que nos faltan ver en estas dos semanas. ¿Cuántos records se
romperán? ¿existirán problemas en las pruebas? ¿cómo cerrará cada evento? ¿qué
figuras se alzarán? y ¿cuáles darán paso a las nuevas promesas?
No puedo esperar a ver todo lo que ocurrirá en estas
semanas de competencias, retos, duelos, pero sobretodo el humanismo que deben
reflejar estos eventos. Si bien se inició (de manera oficial este viernes) con
el pie derecho, a pesar de que muchos criticaron la inauguración, el desarrollo
y la conclusión deben ser aún mejores.
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